Por: Alan Gómez, Director de
Retención de Principal Financial Group México
· ¿Sabes cómo se fuga el dinero?
· ¿Cómo es que siempre nos sobra mes al
final del sueldo?
Solemos decir que el dinero nunca
es suficiente y de cómo, literalmente, se fuga de nuestras manos, pero ¿qué tan
frecuentemente nos detenemos para analizar en qué lo gastamos?, ¿cuánto
ahorramos? o las medidas que podemos implementar en nuestra vida cotidiana para
hacer que nuestro dinero rinda más y parar este círculo vicioso de llegar a fin
de mes muy justos de dinero.
Cada uno de nosotros tiene muchos
rubros de gastos y que van evolucionando de acuerdo a cada etapa de la vida. No
gasta lo mismo un soltero que una persona recién casada, o alguien que tiene
hijos. Normalmente estiramos nuestros gastos de acuerdo a nuestro estilo de
vida, tendencias de consumo y a una serie de campañas de mercadotecnia de las
cuales somos susceptibles a caer en cierta necesidad de compra/gasto, cuando en
realidad deberíamos de adaptar nuestros gastos con base en nuestros ingresos
reales (he ahí el problema).
De acuerdo a datos publicados por
el INEGI a través de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGASTO
2012-2013)[1], los tres principales gastos en los hogares de los mexicanos son:
Alimentos y bebidas no alcohólicas (25,8%), vivienda (19,8%) y transporte
(12,9%). Curiosamente los rubros de educación y salud ocupan los últimos
lugares entre la composición de gastos de los hogares (3,9% y 3,0% respectivamente).
El primer paso para poder hacer
una introspección profunda de nuestras finanzas personales radica en tener un
registro o historial de lo que gastamos por concepto:
Elabora un presupuesto de tus
gastos fijos
No se trata de anotar todos tus
gastos cada día (aunque eso sería lo ideal para llevar un estricto control
financiero), sino en dedicar tan sólo 45 minutos para anotar todos tus gastos
programados y cotidianos por rubros. Hacerlo semanal o quincenalmente es la
mejor opción para prevenir fugas de tu propio capital, pues ya sabes los
compromisos que tienes por cubrir, por ejemplo:
· Vivienda (gastos estimados):
o Renta: $6,000
o Electricidad: $320*
o Gas: $250
o Agua: $120
o Teléfono +Internet +TV de paga: $600
o Gimnasio: $850
o Ahorro: 10% de mi sueldo
*Nota: Si hay algún pago
bimestral, como el pago de la electricidad, trata de sacar un estimado mensual
Así continúa con los demás gastos
que tienes programados a lo largo del mes, considerando todos los rubros
posibles: alimentación, transportación, comunicación, recreación, muebles,
educación, salud, hijos, vacaciones, ropa y calzado, y si tienes algunos pagos
a meses sin intereses que tengas que liquidar, etc.
Es altamente recomendable que
lleves este control de gastos y que revises los registros trimestralmente, te
sorprenderás de ver cuánto has comprado que no siempre necesitas, o el ver que
te ha sobrado dinero por llevar dicho registro juiciosamente. Para poder
ahorrar, no sentirse ahorcado de dinero o simplemente saber utilizar mejor tus
ingresos este balance es tu punto de partida, para responder a la pregunta
¿cómo hacer para que no te sobre mes al final del sueldo?.
Ahora bien, lo relevante de este
ejercicio no es la respuesta como tal, sino la estrategia que pudieras
implementar para tener un mejor control de tus gastos y en modificar tus
hábitos de gasto-consumo en pro de tus finanzas personales.
Planea tus estrategias de ahorro
El segundo paso es identificar
aquellos picos dentro de tu balance financiero, por ejemplo, si identificas que
gastas más dinero de lo normal en “limpieza de tu hogar”, ir a lavar el
auto o el baño de tu mascota en una
estética especial. Podrías considerar la posibilidad de reducir estos gastos o
su frecuencia. Siempre hay formas de ahorrar y recortar tus gastos fijos
haciendo algunas tareas tú mismo.
Procura hacer gastos que generen
ahorros
Un consejo valioso que puedo dar
y que aplico para mis propias finanzas es que antes de realizar cualquier
compra onerosa, me pregunto ¿este gasto me puede generar un ahorro?, y verás
que con este simple cuestionamiento tus compras serán más inteligentes y no
verás a tus gastos como una fuga, sino como una inversión, por ejemplo:
Aprovecha en pagar las vacaciones
muchos meses antes, pues los precios son menores y te ahorras un porcentaje a
que si las pagases el mismo mes que se sale de viaje. Otro ejemplo, sería pagar
la colegiatura de los niños semestralmente/anualmente, de esta forma ahorras un
porcentaje que la escuela aplica por pagos adelantados; o los clubes de
precios, donde se compra en gran volumen un artículo para el hogar a un menor
precio tal vez estás gastando más de lo presupuestado, pero a largo plazo verás
reflejado un ahorro.
Evita el gasto fuga
El famoso gasto fuga es el que
hacemos de forma cotidiana e inconsciente, son aquellos egresos de montos bajos
pero que sumándolos pueden implicar un gasto considerable, así el inofensivo
café de la mañana que se compra en el lugar de moda cada día puede significar
un gran desembolso anualmente. La mayoría de estos gastos fuga, representan
nuestros “gastos capricho”, que si bien es bueno hacerlo de vez en cuando es un
foco rojo de fuga para las finanzas personales.
Ahorra para el retiro
Finalmente, “págate primero a ti”
nunca olvides el verdadero propósito de ahorrar y destina al menos un 10% de
tus ingresos en un fondo para tu retiro. Este fondo te va a permitir vivir tus
años de jubilación de una manera digna y manteniendo una buena calidad de vida, previendo posibles
situaciones de salud y de los gastos corrientes.
Este tipo de medidas pueden
implicar grandes ahorros y sobre todo, no estamos hablando de sacrificios, sino
de cambios de conducta en los hábitos de consumo diario, que a la larga
beneficiarán tu cartera y seguramente podrás cumplir tus metas de gozar de unas
finanzas saludables y sólidas.
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