VISIONARIOS
de Innovadores menores de 35 Latinoamérica: Victor Santos, Felipe
Chávez, Lincoln Ando, Rodolfo Fiori, Francisco José Córdoba,
Lawrence Murata y Paola Villareal
NotiMx,
Noviembre 2018.- Fueron
premiados los
“Innovadores menores de 35 Latinoamérica” por
el MIT
Technology Review en español en la Universidad Panamericana (UP) de
Guadalajara, destacando
los proyectos de 35 jóvenes
innovadores de menos de 35 años, tras 14 meses de trabajo entre más
de 2 mil propuestas que
concursaron y con
el lema “Sé parte del
cambio que quieres ver en el mundo”,
El
magno evento Innovadores Menores de 35 LATAM, se realiza impulsado
por MIT Technology Review en español, la Universidad Panamericana
campus Guadalajara y Opinno, consultora global de innovación
española y organizadora del evento, con el apoyo de Secretaría de
Innovación del Gobierno de Jalisco, Santander, Nissan, Fleet
Solutions, Aga, Amazon Web Services y otras importantes empresas.
VISIONARIOS
Estos
innovadores ven el mundo bajo un prisma distinto al del resto de la
gente, lo cual
les
permite descubrir nuevos y potentes usos para las tecnologías.
Victor
Santos, 27
Brasil
Felipe
Chávez, 28
Colombia
Lincoln
Ando, 27
Brasil
Rodolfo
Fiori, 34
Brasil
Francisco
José Córdoba, 32
Colombia
Lawrence
Murata, 24
Brasil
Paola
Villareal, 34
México
Victor
Santos
Airfox
Su
aplicación calcula el riesgo crediticio del usuario analizando los
datos de uso del teléfono móvil.
Una
de cada tres personas adultas en Brasil aún no tienen cuenta
bancaria, según los últimos datos sobre inclusión financiera del
Banco Mundial. Pero aun perteneciendo al país latinoamericano mejor
parado en este indicador, los brasileños aún tienen muchas
dificultades para acceder a préstamos debido al poco uso que hacen
de las cuentas bancarias, lo que limita la capacidad de los bancos de
calcular su riesgo crediticio.
Para
solucionarlo, Victor Santos ha creado Airfox. Esta aplicación
funciona como un monedero digital sin necesidad de estar asociada a
ninguna cuenta corriente o tarjeta de crédito. Lo revolucionario de
Airfox son sus algoritmos para, a partir de los datos de uso del
teléfono móvil, calcular el riesgo crediticio del usuario, que
podrá entonces solicitar un préstamo a través de la propia app.
“Al
utilizar la aplicación de Airfox, el usuario concede acceso a los
datos de uso del teléfono móvil”, explica Santos. “A través
del análisis de la información que proporciona el GPS, por ejemplo,
puede determinarse con fiabilidad dónde vive y trabaja el usuario,
su rutina”, prosigue. Con toda esta información, cruzada con datos
de fuentes externas, puede establecerse un modelo del nivel de
ingresos y gastos reales, lo que se traduce en un cálculo del
crédito del individuo.
Lanzada
en marzo de 2018, hasta la fecha la aplicación cuenta con 12,000
usuarios que, tras este tiempo de análisis de sus patrones de
conducta, han recibido 1,200 préstamos financiados por Airfox
gracias a los 15 millones de dólares recaudados en una ICO – las
transacciones del monedero quedan reflejadas en una cadena de bloques
propia, basada en Ethereum. “El siguiente paso es abrir la
plataforma a inversores externos”, comenta Santos, así como seguir
extendiendo la base de usuarios de la aplicación, para lo que está
en negociaciones con la mayor cadena de tiendas del país.
Felipe
Chávez
Kiwi
Campus
Sus
robots autónomos hacen más efi ciente y económica la entrega de
comida a domicilio.
Gigantes
de la logística como Amazon están explorando cómo automatizar la
última milla de la entrega de mercancías. El problema es el elevado
coste que supone para el total del proceso de envío tener que
disponer de una persona que lleve el paquete en persona hasta el
destino. Felipe Chávez apuesta por que la solución se halla en el
uso de robots autónomos. Su empresa, Kiwi Campus, ya los utiliza
para hacer entregas de comidas a residentes dentro de los campues de
la Universidad de California en Berkeley y en Los Ángeles.
“El
objetivo es lograr mover cosas entre dos puntos de una ciudad con un
coste próximo a cero”, explica Chávez. “En la actualidad,
debido a los costes laborales, hacer una entrega en menos de una hora
cuesta unos 8 dólares”, afirma. Además, es ineficiente. “Un ser
humano puede realizar un promedio de 2.5 entregas por hora; una
persona que use la plataforma de Kiwi Campus puede gestionar 12
entregas en una hora”, concluye el joven colombiano.
Utilizar
robots autónomos para realizar las entregas no implica renunciar al
empleo de seres humanos. El modelo de la empresa radica en dividir
las entregas en segmentos.
Una
persona recoge el pedido en el restaurante y lo carga dentro de un
Kiwi Bot que a su vez es transportado a bordo de un triciclo capaz de
transportar varios de estos robots. El triciclo realiza un trayecto
optimizado para minimizar el tiempo de entrega de todos los pedidos
transportados y, a medida que se aproxima el punto final de cada
entrega, el ser humano libera al Kiwi Bot que se desplaza los últimos
cientos de metros hasta el punto de entrega.
El
Kiwi Bot cuenta con seis cámaras, sensores LIDAR y un motor de
procesamiento de imágenes con algoritmos de inteligencia artificial
que detectan los elementos presentes en las aceras y las calzadas
para asegurar una navegación segura para el robot y las personas
usuarias de la vía pública. Para garantizar al máximo la
seguridad, un equipo de personas vigila en remoto desde la sede de la
empresa en Colombia los momentos más delicados.
Lincoln
Ando
IDWall
Su
plataforma permite luchar contra los fraudes de identidad en las
relaciones comerciales
Brasil
y México son las economías más potentes de Latinoamérica. También
son las que mayores tasas de criminalidad presentan, y los fraudes de
identidad no son excepción.
Tanto
es así que procedimientos como abrir una cuenta bancaria puede
tardarse hasta 15 días en Brasil debido a todas las comprobaciones
necesarias hechas manualmente.
Lincoln
Ando decidió enfrentarse a este problema y, utilizando algoritmos de
inteligencia artificial y análisis de datos, su plataforma IDWall
reduce este tiempo a menos de tres minutos.
La
primera vez que Ando se enfrentó al problema del fraude de
identidades fue en 2011, cuando estuvo trabajando para el primer
banco 100% digital de Brasil. Tras tres años de intentar resolver el
problema, el joven brasileño llegó a la conclusión de que las
empresas grandes son demasiado lentas para crear e innovar y decidió
ir a EE.UU. A continuar su formación en seguridad. A su regreso
participó en la fundación de VaiVolta, un marketplace para el
sector de la construcción, y se dio cuenta de que de nuevo se
enfrentaba al dilema de cómo establecer una relación de confianza
entre dos partes que no se conocen.
Así
es como nace en 2016 IDWall, una plataforma que los negocios, tanto
físicos como completamente online, pueden utilizar para verificar la
identidad de los clientes, evitando así cuantiosas pérdidas
relacionadas con los fraudes de identidad. La plataforma permite
comprobar la validez de cualquier documento de identidad a través de
una fotografía del mismo, contrastándola con los datos de los
diversos organismos oficiales que las expiden.
A
continuación, de nuevo mediante la captación de una serie de
fotografías consecutivas del sujeto, se comprueba que el cliente es
efectivamente quien dice ser, y que está vivo y no siendo suplantado
a través de una fotografía u otros medios. En un tercer paso, la
plataforma comprueba la solvencia del cliente en más de 200 fuentes
de datos, desde listas de morosos a listados de resoluciones
judiciales.
Rodolfo
Fiori
Muove
Brasil
Software
de gestión municipal que identifica inefi ciencias y evita el
desperdicio de recursos
Según
la constitución de Brasil, cada ciudad tiene las mismas
responsabilidades con respecto a la implementación de las políticas
públicas. No importa si tiene 10,000 habitantes o 10 millones. De
las más de 5,500 ciudades del país, el 97% tienen menos de 200,000
residentes y carecen de la capacidad institucional para gestionar
servicios públicos complejos como la atención sanitaria o la
educación. El 86% de estos municipios presentaron problemas
financieros en 2017.
Rodolfo
Fiori ha desarrollado un software que analiza los datos disponibles e
identifica ineficiencias en la gestión municipal, así como posibles
soluciones para corregirlas, lo que resulta en menor malgasto de
dinero público que queda disponible para su uso en políticas
asistenciales.
Una
beca municipal permitió a este joven brasileño acceder a un buen
colegio, lo que desembocó en una buena universidad y un buen trabajo
en gestión logística y de cadena de suministros. Agradecido, Fiori
se propuso volcar sus esfuerzos en ayudar a mejorar los procesos de
la ciudad que le ayudó a él. “Las ciudades pequeñas carecen del
capital social y la capacidad institucional para implementar las
políticas”, afirma. “Funcionarios y alcaldes carecen en muchos
casos de educación superior y de los medios para entender los
problemas que les lastran”, continúa.
Por
este motivo Muove Brasil, la empresa creada en 2016 por Fiori,
analiza los datos públicos sobre la gestión municipal de todas las
ciudades brasileñas e identifica dónde se producen ineficiencias.
Al comparar la gestión de todos los municipios, es posible averiguar
si la aplicación concreta de una política cuesta más de lo
esperable en una ciudad particular. Las ciudades que tienen
contratado Muove for Cities acceden a este análisis, pero también a
una herramienta para sus funcionarios públicos que les orienta de un
modo sencillo e intuitivo sobre los pasos para evitar incurrir en
gastos excesivos.
Francisco
José Córdoba
Send
Criptomoneda
protegida frente a la volatilidad de los mercados por diseño
Cuando
una persona emigra por motivos económicos suele dejar en su país de
origen a toda una familia que pasará a depender del dinero que este
envíe de regreso. Para lograr sacar el máximo partido al dinero
enviado, muchos son los que con el reciente auge de las criptomonedas
han visto un modo de sortear las altas tasas de gestión ofrecidas
por los intermediarios tradicionales. La alta volatilidad de su
valor, sin embargo, se ha convertido en un problema en sí mismo.
Francisco
José Córdoba conoce bien esta problemática. Emigrante él mismo en
etapas de su vida y con una amplia red de contactos y conocidos en la
diáspora venezolana, ha diseñado una aplicación destinada al envío
de remesas especialmente pensada para este colectivo. Su principal
innovación radica en el uso de una nueva criptomoneda, Send, cuyos
tokens no fluctúan de precio por la ley de oferta y demanda, sino
por un algoritmo diseñado para tener en cuenta su uso real en la
comunidad.
Los
emigrantes venezolanos se enfrentan a tasas de intermediación que
pueden llegar al 30%. El uso de criptomonedas como Bitcoin representa
para ellos una atractiva alternativa para lograr que el máximo
posible del dinero conseguido fuera del país llegue a manos de sus
destinatarios. Cuando esta y otras monedas no hacían más que subir
de precio, su alta volatilidad no resultaba tan problemática. Ahora,
en cambio, enviar bitcoins supone un riesgo adicional ya que desde
que se hace el envío hasta que el
destinatario
convierte los tokens en moneda convencional su valor puede haberse
visto alterado radicalmente.
Send
evita esto al establecer un valor monetario a cada token fijado por
un algoritmo. Este calcula cuánta demanda hay de tokens en la red de
usuarios de WeSend, una app diseñada como monedero electrónico para
realizar las transferencias entre usuarios, con unos valores máximos
y mínimos preestablecidos. “En un primer momento diseñamos el
algoritmo para que el precio se mantuviera durante un periodo de
siete días, pero las pruebas nos demostraron que se trataba de
demasiado tiempo”, explica Córdoba. Por eso el intervalo de tiempo
por el que este precio se mantiene estable ahora también depende del
volumen de uso en la aplicación.
Lawrence
Murata
Newton
Transportation
Technologies
Aplicación
que analiza la forma de conducir de los usuarios para lograr evitar
accidentes de tráfico
En
el listado de las 10 causas más frecuentes de mortalidad publicado
por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se cuela una cuyo
origen no es una enfermedad: los accidentes de tráfico. Según este
organismo, 1.4 millones de personas perdieron la vida por este motivo
en 2016 en todo el mundo. Ante este dato, Lawrence Murata se planteó
qué podría hacer él para reducir esta cifra a cero.
Su
respuesta es una aplicación móvil que utiliza algoritmos de
inteligencia artificial para analizar los datos captados por los
sensores del smartphone así como otras variables contextuales
(tiempo atmosférico, visibilidad, etc.) para identificar cuándo hay
riesgo de accidente y alertar al conductor para que trate de
evitarlo.
“La
aplicación se ejecuta de fondo mientras el usuario conduce,
recolectando datos de los acelerómetros, la posición en el mapa, el
tiempo que hace, la hora del día, etcétera”, explica Murata. Así
se averigua, por ejemplo, si el conductor está manejando el vehículo
de una forma agresiva, o diferente al estilo habitual, o excediendo
los límites de velocidad adecuados a las circunstancias del tráfico
actual, lo que haría que la aplicación reproduzca una alerta
audible con consejos de cómo conducir de forma más segura.
El
análisis de la información externa también permite diseñar rutas
entre dos puntos teniendo en cuenta sus índices de seguridad y no
sólo el tiempo que se tardaría en recorrerlas, para que el
conductor tenga más opciones a su disposición.
“Probablemente
no vaya a haber una única solución capaz de reducir los accidentes
a cero, por lo que es necesario que haya toda la colaboración
posible entre todos los actores implicados”, afirma Murata. Cuanta
más gente utilice su aplicación, que en estos momentos se encuentra
en fase de beta y que será lanzada el próximo año, más
inteligencia será capaz de generar para cada uno de ellos. “Si tu
teléfono ve algo útil para otros usuarios, se tomará ventaja de
ello”, concluye el joven, que ve el futuro dominado por vehículos
autónomos que comparten información entre ellos.
Paola
Villareal
Data
for Justice
Su
trabajo impulsa el uso del análisis de datos y su visualización
para enfrentar problemas sociales como el racismo
Uno
de los debates surgidos alrededor del reciente boom de la
inteligencia artificial es la preocupación por la aparición de
sesgos en los algoritmos, frecuentemente debido a la existencia de
estos mismos sesgos en los datos usados para entrenarlos. Pero las
inteligencias artificiales no son las únicas que desarrollan estos
prejuicios. Las personas llevan actuando así desde hace milenios.
Paola
Villarreal cree que la ciencia de datos y la tecnología pueden
servir de mucha ayuda a las organizaciones destinadas a lograr un
impacto social.
La
joven mexicana empezó a programar de forma autodidacta a los 12 años
y a los 15 ya se dedicaba profesionalmente al diseño de páginas
web. En 2013 y 2014 fue directora de Innovación Tecnológica en el
Laboratorio de Innovación de la Ciudad de México, donde diseñó e
implementó el Data Lab, un portal de Open Data accesible a través
de una API. En 2015 Villarreal se mudó a los EE.UU. gracias a una
beca de las fundaciones de Ford y Mozilla y entró a formar parte de
la American Civil Liberties Union de Massachusetts, una organización
dedicada a la protección de los derechos civiles.
Es
para esta organización que Villarreal desarrolló el proyecto Data
for Justice. En él, la joven mexicana combina el análisis de datos
del censo con los datos de las actividades realizadas por la policía.
Para realizar este proyecto, Villarreal desarrolló una herramienta
que permite a cualquiera, sin avanzados conocimientos de
programación, realizar un análisis narrativo y visual de un
conjunto de datos, llamada ANT (Augmented Narrative Toolkit).
Así,
mediante un poderoso análisis visual sobre el mapa de la ciudad de
Boston, la innovadora pudo demostrar la existencia de una fuerte
correlación entre los lugares donde la policía realizaba arrestos
por posesión o venta de marihuana y los barrios con mayor proporción
de personas afroamericanas, latinas, y en general no caucásicos
entre sus residentes, lo que alerta del posible sesgo racial
sistemático en la acción de la policía.
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